El cuarzo blanco es una opción popular para mesones de cocina, pero en áreas de alto tráfico, requiere cuidados especiales para mantener su belleza y funcionalidad. Aunque el cuarzo es conocido por su durabilidad, no es completamente inmune a los daños. Según varias fuentes de la industria, como la empresa Caesarstone, el cuarzo tiene una alta resistencia al rayado, con una clasificación de 7 en la escala de Mohs, pero aún así puede sufrir daños si no se maneja adecuadamente.
Primero, es esencial utilizar protectores de calor. Aunque el cuarzo puede resistir temperaturas de hasta 150°C, el calor excesivo puede causar grietas. Me ha pasado que al colocar una olla caliente directamente en el mesón, se puede dañar su superficie. Así que, siempre usa soportes o trapos para protegerlo. No te confíes solo en la resistencia térmica del material; la prudencia es clave.
Además, los derrames son inevitables en cualquier área concurrida, pero limpiar rápidamente líquidos como vino tinto o café puede prevenir manchas permanentes. Los expertos recomiendan limpiar con un paño suave y agua tibia con jabón, evitando los limpiadores abrasivos que pueden dañar el acabado. Una vez, leí un artículo donde mencionaban que incluso con superficies resistentes como el cuarzo, el mantenimiento constante es necesario para evitar daños a largo plazo.
Por otro lado, invertir en productos de limpieza específicos para cuarzo puede alargar la vida de tu mesón. Hay limpiadores que cuestan alrededor de 15 a 20 euros por botella, pero la inversión puede ahorrarte mucho en reparaciones costosas. Mi vecino trabaja en la industria de remodelación de cocinas y siempre me recomienda invertir en el cuidado del material desde el principio.
Recuerda también, usar tablas de corte. Aunque el material es más resistente que otros como el mármol o el granito, el uso constante de cuchillos puede dejar marcas que son difíciles de reparar. Una historia recurrente es la de un conocido chef que, por depender demasiado de la resistencia del cuarzo, terminó con un mesón lleno de marcas de cuchillo. Nadie quiere eso en su cocina.
Finalmente, para quienes evalúan el costo de mantenimiento frente a otros materiales, el cuarzo es un poco más caro en comparación con superficies laminadas o de azulejo, con precios que pueden variar entre 300 a 500 euros por metro cuadrado, dependiendo de la calidad y estilo. Sin embargo, su longevidad y facilidad de mantenimiento hacen que valga la pena la inversión inicial. Además, las encimeras de cuarzo, como el meson cuarzo blanco, ofrecen ventajas estéticas y funcionales que superan otras opciones presentes en el mercado.